sábado, 29 de enero de 2011

Todo lo que nunca quiso saber pero se vio obligado a descubrir...

El mundo se encargó de mostrarme poco a poco, mientras salía del maravilloso letargo infantil, que había cosas sumamente desagradables pero inevitables. Por ejemplo, yo no sabía lo que eran las estrías y mucho menos su etiología hasta que tenía quince y algunas regiones de mi cuerpo más parecido a las cebras de lo que hubiera querido. Jamás me imaginé que existiera un lugar donde uno le paga dinero al estado sólo por hacer cosas normales como trabajar, comprar algo o vender algo. Tampoco sabía que los chicos de 18 años hace un servicio militar y las chicas no.

Sin entrar en detalles, debo decir que la frase expresada en el título de esta entrada se queda corta con lo que se me ocurre al respecto de la sexualidad...toda clase de formas, sensaciones, olores, colores, actos, consecuencias, ideas, en fin...ustedes entienden.

Yo sólo me pregunto porqué el mundo es como es y no de otra manera, a quién se le ocurrió lo que sucede a nuestro alrededor, porqué existe la cistitis y no una enfermedad en la que tus uñas se vuelven de concha nácar, porqué los agentes de tránsito no son como los directores de orquesta. No sé si sirve de algo preguntarse semejantes cosas, pero yo me lo pregunto.

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