miércoles, 12 de septiembre de 2012

Labyrinthus






1


Dos olores sudorosos se tantean y se miran fijamente. No quieren dejar escapar un sólo movimiento, ni una intención descartada. Uno es más bajo, por eso se empeña en acortar la distancia, el otro cree que ganará pero cuando está seguro de que va a soltar el golpe que defina la contienda retrocede para engañar y sigue fintando con un aire de pretensión.


2


En su interior, al fondo de un túnel palpita una maquinaria fractálica.  Sus pelos erizados se abandonan a la marea que produce la danza de los combatientes y al mismo tiempo la sostienen.  Las ondas rebotan sobre la piel muy restirada de un tambor tailandés que marca la cadencia de los peleadores  vibrando síncrona al ritmo del combate.



3


Mientras bailotea uno frente al otro, el bajito y pegajoso se estira, golpea latigueando como una cuerda de acero en lugar de un tallo de bambú ligero y contundente. El relámpago condensó el vacío y el otro olor espeso se siente de pronto zambullido en agua. El éter transmuta en mármol y ¡pop! estalla el parche del tambor, de inmediato  se derrama un fluido espeso y tibio. Un zzzzzzzzzzzz… inunda la caverna, el olor se desequilibra, tambalea y las luces se difuminan descomponiéndose en un espectro de colores como cuando se mira un candelero de cristal sin enfocar. Entonces sabe que ha perdido más que la pelea. 

martes, 11 de septiembre de 2012

El sueño cortesano


Sin debajo del Zócalo están los restos del Templo Mayor, en la Condesa debe haber abanicos, lunares y pelucas enterrados junto con una cantidad de botellas de vino similar a la de cráneos coleccionados en los Tzompantlis por los Aztecas.
Todos los caminos llevan a Ámsterdam, si uno anda en busca de los que prometen conducir a la elite artística, cultural e intelectual de nuestro país. Los vecinos son guapos o extranjeros, el que no es diseñador es psicoanalista, escritor, artista plástico, fotógrafo, cineasta, chef o de perdido mesero en espera de ser descubierto en la televisión. Es uno de esos lugares a los que se desea migrar. Los perros entienden mejor el inglés que yo y se pueden conseguir todo tipo de productos y servicios trendis.
Eso pensaba en mi calidad de turista después de recibir la instrucción de observar para hacer una crónica sobre la Condesa. Me dirigí en busca de una de mis postales favoritas: los empleados del Péndulo, que no pierden el tiempo con la literatura barata (literalmente) ya que deben resguardar los libros que salen de oferta, sino que invierten sus ratos libres en leer, o mejor dicho, pasear sus ojos por los tabloides más taquilleros del Distrito Federal, el Gráfico y el Metro. Llegué tarde, para esas horas las fotografías ya habían sido saboreadas lo suficiente para saciar el goce de ver mujeres desnudas y cuerpos desmembrados, desquitando cada uno de los tres pesos que cuesta un ejemplar. Los encontré vestidos como siempre, con sus uniformes que no permiten confundirlos con los auténticos condechis. Estaban inquietos, ansiosos porque llegara la hora de salir. Otros compañeros de aventura deambulaban, solos o acompañados en busca de sus propios musos.
Seguí caminando para cerrar el círculo, quería apegarme a un microcosmos, aun cuando estaba segura de que no me ofrecería nada que decir para impresionar a mis compañeros de clase y al final no me ceñiría para nada a él. Pero el mundo es generoso y me permitió atestiguar la irrupción de las excepciones que destruyen la seguridad inherente a los estereotipos. De pronto el paisaje sonoro se impregnó de mentadas de madre y ofrecimientos de madrazos entre un conductor de microbús y un automovilista que se hicieron alguna maldad. Ninguno de los dos se percató de que los merecedores de los madrazos eran todos los conductores que dejaron obstruido cada centímetro destinado para que el microbús no molestara la marcha del auto que ni la debía ni la temía.
Era todo lo que necesitaba ver. Lo demás ya estaba en mí. Participar de las tertulias, las inauguraciones en galerías, nunca levantarme antes de las diez, en fin, aprender a mover el abanico para alcanzar el sueño cortesano. 

domingo, 8 de julio de 2012

Paquito/Ponchis



I

Las luces revuelven
los ojos a todos,
quién sabe la hora,
de todos modos.
Flaquito y peludo
los guardias conceden
dejarlo pasar a
molestar los clientes.
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

De lejos se nota
su dieta sencilla
por mucho alcanza
lo que mide la silla
no importa tanto
con eso le basta
los clientes desean
una pieza de caza
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

Si esperas traigo
dinero de gringos.
Ya soy muy maduro,
verás no lloraré
aunque venga mi tío
borracho de nuevo
y pida otra vez
que mire al suelo.
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

II

Mañana empiezo
un nuevo trabajo
tendré muchas balas
seré un soldado.
Personas astutas
se unen a ellos
me guiarán por el mar
viajaré muy lejos.
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

Ahora soy fuerte
los grandes me temen
me llaman por nombres
ya salí en tele.
Pasé a la historia
cambiando las leyes.
Espero que pronto
vengas para verme.
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

Yo siempre lo dije
tenía talento,
he sido primero
en llegar tan lejos.
Gran Pacífico sur
ahí son mis terrenos
regresaré pronto
según me dijeron.
Papá, no me dejes
prometo ser bueno.

Y estar junto a ti
como en un sueño.

martes, 19 de junio de 2012

Perfectos contrarios

Siguiendo en la línea de la entrada anterior, después de una epifanía en la cual recordé cuál es el deshecho que no emborracha (bueno, no tanto) y que no sólo disfrutamos sino que es absolutamente necesario para nuestra existencia, entendí cuál es el ejemplo paradigmático de lo que estoy tratando de exponer.

Hedwig and the angry inch, en su famosísima rola "The origin of love" ilustra de manera muy rítmica y armónica más o menos la teoría del amor de Platón, donde queda muy clara su idea de complementariedad.   Después de escuchar la versión de Tommy Gnosis uno no puede menos que estar de acuerdo en que no existe semejante cosa como el uno para el otro y esos menesteres. Hasta ahí todo normal. Pero qué pasa si saltamos la barrera del antropocentrismo y buscamos dicha complementariedad fuera de nuestra especie. Entonces sucede que unos seres empiezan a ponerse de manifiesto de muchas formas como nuestros verdaderos contrarios ontológicos.

Me refiero a los árboles, no en general a todas las plantas, sino a los árboles verdaderos, los que sobrepasan los dos metros de altura en su madurez, los treinta centímetros de diámetro, de tallo leñoso y que pueden llegar a vivir miles de años. Sí, creo que poco a poco se vuelven obvias cuáles son todas las diferencias que tenemos con ellos. Viven muchos años y nosotros pocos, están arraigados a la tierra y nosotros andamos. Sin embargo también hay un aspecto que nos une irremediablemente y es que nosotros respiramos lo que ellos exhalan y nosotros exhalamos lo que ellos respiran. Lo cual solamente significa que nuestros destinos se entrelazan y que un árbol menos es una oportunidad menos de respirar.

jueves, 7 de junio de 2012

Basura

Una de las consecuencias más lamentables de la evolución del pensamiento humano, como lo conocemos ahora, es la creación de la basura. El concepto de basura es eminentemente humano. En la naturaleza no existe, lo que es deshecho para uno es una bendición para otro. Como parte de la naturaleza también nosotros disfrutamos mucho de los deshechos de otros seres, por ejemplo: el yoghurt, el queso, la cerveza, el vino, el tepache y otras cosas que no emborrachan pero no me vienen a la mente. Los ciclos son eso, ciclos muy dinámicos en los que no se puede identificar claramente dónde inicia y dónde acaba el proceso.

Si podemos sacar algo de provecho de toda esta basura podría ser la conciencia de nuestras limitaciones en cuanto al pensamiento complejo y nuestra capacidad de prospección. Nos creemos muy listos porque tenemos computadoras "muy rápidas" hacemos penicilina, sacamos gasolina del petróleo y tenemos cajeros automáticos, sin embargo, todo lo anterior no le llega a los talones a los sistemas complejos de la naturaleza donde nada sobra ni nada falta. En ese sentido, no somos más que monos aplastando las teclas de una PC.

En los ecosistemas, cuando varía un recurso o característica aparece o se desarrolla un contrapeso, lo cual mantiene perfectamente equilibrado el sistema. Gracias a esos mecanismos existimos los seres humanos, como nos conocemos ahora. Gracias a que nuestro planeta mantiene equilibrada, en un rango muy razonable la temperatura, ya que nosotros estamos adaptados a una fluctuación de +/- 50° C (y estoy exagerando). Así como otras miles de variables que no somos capaces ni de enumerar.

Si se dice que el siglo XXI es de la transición de la información al conocimiento yo discrepo, pienso que no podremos presumir de semejante cosa hasta que podamos asimilar nuestra basura y desintegrar otra vez este elemento de nuestro sistema.

martes, 24 de abril de 2012

Porqué no tengo credencial de elector

Muchos amigos y conocidos se escandalizan y me recitan el evangelio del voto y de ser un elector responsable y eso que ya le compraron a los comerciales del IFE que pasan sistemáticamente a todas horas del día en todos los malditos canales de la maldita televisión abierta.

Y yo por supuesto les contesto con el evangelio de cómo llegué a la conclusión de NO tener credencial del IFE, he aquí la historia.

Yo también fui joven e idealista, también leía noticias y periódicos, me mantenía informada y conocía las propuestas de los candidatos, seguía sus carreras y anotaba la esencia de sus partidos. Hasta que un día el destino me bendijo siendo seleccionada para ir como funcionaria de casilla en las elecciones para la gubernatura de mi estado en 2000...algo. Bueno con mi camiseta de ciudadana responsable y casi estrenando mi credencial IFE me presenté a todo el numerito de la capacitación y la subsecuente elección. En ese proceso tuve la oportunidad de ver de cerca el manejo de la papelería y de escuchar los incidentes a los que se enfrentaban...entonces algo empezó a oler mal, muy mal, más mal que el metro las mañanas de los lunes.

Empecé a sospechar de la supuesta legitimidad y transparencia de los procesos desde antes que llegara la elección ya que se perdieron paquetes completos de boletas, que misteriosamente se llevaban "los ríos". Llegó el día de la elección y en las primeras horas del día, los conteos preliminares le daban una muy amplia ventaja al candidato X...en algún momento algo pasó y la tendencia se contrapuso, entonces empezó a tener una amplia ventaja el candidato Y. Quien finalmente ganó. Eso me hizo sospechar mucho pero se podía explicar haciendo algunos entripados.

Tiempo después los remolinos de la vida me llevó a trabajar en el palacio municipal junto al Oficial Mayor que entonces pasó a ser Director de RRHH. Y ahí fue donde vi el fondo de la olla y creanme, no es necesario que salgan a votar, pueden quedarse en casa bañando al perro o poniéndose una mascarilla de aguacate. Esto ya está decidido desde mucho antes y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo...a menos que...de verdad nos pongamos terminantes y apliquemos estrategias más efectivas que ir y hacer como que votamos para que ellos hagan como que ganaron.

Podemos colapsar el sistema desde abajo. Actualmente pareciera que nos tienen del gañote con eso del IFE ya que es la identificación oficial (gratuita) por excelencia, a pesar de que luego inventaron el CURP que sirve para dos cosas o tal vez una y media.

Yo actualmente me identifico con mi pasaporte y en ningún lado me lo han rechazado. Entiendo que no es gratuito pero queda la cédula profesional y la cartilla militar en el caso de los hombres. Creo que es la única forma de mandarle un mensaje firmado a nuestros gobernantes. Yo no pienso seguir pagando mis impuestos para la simulación, para que nos hagan creer que nuestro país es una democracia cuando todo lo demás indica lo contrario.

Imaginen un mundo en el que de verdad se hagan las cosas como nosotros los ciudadanos queremos. Es posible pero de verdad tenemos que hacerlo nosotros.

jueves, 19 de abril de 2012

Palomas del parque

Son unas criaturas que se mueven en direcciones aleatorias, se reúnen en pequeños grupos para luego volver a moverse en direcciones aleatorias y reagruparse o quedarse solas. Tienen tres actividades casi únicamente. Sin ningún orden en particular: la primera es caminar en direcciones aleatorias, la segunda es comer, la tercera...bueno se deduce por contexto.

Por lo general las veo a ras de suelo, pero seguramente si tuviera una vista aérea sería aún más evidente la exclusividad de estas tres actividades y las caprichosas figuras que se forman como producto de su marcha. Es muy posible que casi ninguna sepa porqué está donde está ni de dónde vienen los alimentos que le llegan al buche. Tampoco sabe cuánto tiempo estará ahí, a dónde irá después, en fin.

No crean que estoy describiendo a esos pechugones y hasta simpáticos animalitos alados que muchos acusan de ser las ratas voladoras de la ciudad por la cantidad de plagas que se regodean en el acogedor espacio que se forma entre su piel y sus plumas. No.

Me refiero a mis experiencias etológicas de los plantones que se instalan con cierta frecuencia frente a la cámara de di-pu-ta-dos en la esquina de Donceles y Allende. Esos grupos de "personas" si vale la palabra, que vienen de lejanas y cercanas tierras, convocadas por un grupo, con unas intenciones, con cierto poder y algún presupuesto para producción y manutención de las antedichas actividades.

De acuerdo a mis investigaciones de campo traviesa la mayor parte de las cabezas que se cuentan en dicha manifestación polítco-social son paleros que vienen a hacer bola tras un sueldo que puede resultar incluso vergonzante para mí y muchos congéneres que ostentan posgrados, habilidades inusuales, intereses diversos y gustos exquisitos (y que por supuesto ganan menos en un día de trabajo).

domingo, 15 de abril de 2012

Ah cómo son &%$*#" los políticos...y nosotros por escucharlos.

Antes de seguir leyendo esto deben ser advertidos de que estoy firmemente convencida de que para enrolarse en la política y ocupar cargos desde los más inferiores en verdad es necesario pertenecer a un grupo humano particular, del orden de los perversos. Como ya lo dijo sabiamente Mr. Douglas Adams: quienes afirman ser adecuados para gobernarnos automáticamente se convierten en los menos indicados para hacerlo.

Bueno, cada día, cada paso que doy me convenzo más de esto. Quiero traerles un ejemplo porque es muy posmoderno hablar del tema electoral.

El partido verde (por las náuseas) desde hace tiempo invierte sabiamente mi dinero de los malditos impuestos en una campaña que dice más o menos así:

a) Si el gobierno no te da las medicinas...que te las pague!!!
b) Cadena perpetua para asesinos y secuestradores
c) No más cuotas en las escuelas
d) Pena de muerte para secuestradores y asesinos

Bueno, no hay que tener ningún doctorado en semiótica para vislubrar detrás de estos mensajes que la premisa número uno es: Dile a esos nacos lo que quieren escuchar, que de por sí ya es insultante.

Pero hay otras premisas aún peores. Por ejemplo: el decir que la pena de muerte es una solución para la delincuencia más grave es como si fueras con el doctor simi de tu colonia y le dijeras: _Doctor, me duele un pié. Y él sin más ni más te contestara...¡Córtatelo!

Por otro lado, si el partido verde se llama verde en referencia a su particular interés por la ecología y no por las náuseas que ocasiona, entonces debería tener por lo general soluciones ecológicas, lo cual incluye a los seres humanos como parte del reino animal.

Por si esta serie de premisas no fueran suficientes, tenemos las referentes a los medicamentos en el IMSS. Si en el benemérito seguro social no te dan las correspondientes pastillas es porque no hay suficiente dinero para abastecer la farmacia. ¿De dónde demonios van a sacar dinero para pagarlas a precio público en las farmacias? y la misma aplica para las escuelas. Si piden cuotas para cubrir algunos gastos es porque no alcanza con los impuestos que pagamos para mantenerlas. Dado que el dinero es encausado a satisfactores mucho más trascendentales y necesarios para nuestra sociedad democrática como retacar la programación diaria con spots de Peña Nieto (a sabiendas de que ya tiene la presidencia en la bolsa) y repetir mil veces la misma mentira de IFE (que es una institución legítima, independiente y que funciona). Aunque sabemos de sobra que, aunque repitas una mentira mil veces, eso no la va a convertir en verdad.

viernes, 13 de abril de 2012

No se.

Imagínense un cerebro que no envíe señales cuando no posee datos suficientes para producir una respuesta, que no sepa qué hacer frente a un problema o a una decisión simple, bueno, eso no nos sucede a los humanos. Según entiendo nuestro cerebro tiene la costumbre de dar respuestas a como de lugar, incluso inventándolas si se necesita. Desde el momento en que percibimos estímulos, nuestro cerebro pone de su cosecha para organizarlos y que resulten comprensibles para nosotros. Utiliza experiencias previas, categorías a priori o quién sabe qué, el caso es rellenar los huecos, hacer que las cosas se parezcan más a lo conocido, responder, solucionar el problema, en fin. Seguramente sería muy peligroso para la especie quedar perplejos ante estímulos o situaciones nuevas sólo porque no se cuenta con datos para su procesamiento. Nuestro cerebro lo que no sabe, lo inventa (literalmente).

Pero en otro nivel en el que ya interviene nuestra voluntad y no estamos tan determinados por los mecanismos que la selección natural ha decidido conservar también sucede así. Cuando enfrentamos fenómenos complejos, extraños a nosotros y que nos afectan o maravillan de alguna manera, no somos capaces de decir "no se" y nos inventamos sendas explicaciones a veces fantásitcas de lo que sucede a nuestro alrededor.

Supongo que esto se relaciona de forma muy estrecha con el pensamiento mágico de nuestros antepasados y con el tiempo al pensamiento abstracto que dio paso a todas las producciones humanas que son imprescindibles hoy en día para entendernos como especie: el mito, la filosofía, la religión, la ciencia y el arte.

Imaginen a una persona expuesta todos los días al devenir, a los caprichos del universo y de la vida cotidiana como el sol, las estrellas, la lluvia, los temblores, etc. Seguramente había que darle sentido a todo eso y no se valía decir "no se". Ya no por la supervivencia de la especie, sino en beneficio de construir, conservar y transmitir algo de sentido.

jueves, 12 de abril de 2012

La semilla de limón

Una semilla de limón es una unidad de memoria que contiene todas las instrucciones necesarias para la construcción de un individuo con ciertas características, es decir, un árbol que da limones.

Dicha semilla es una especie de transición entre lo vivo y lo no vivo, ya que no tiene las mismas funciones que un organismo pero tiene la capacidad en potencia de desarrollarlas. Para ello se necesita que entre en contacto con los insumos a los que administrará de acuerdo con las instrucciones que guarda.

Las instrucciones contenidas en la pequeña semilla le dice a los diversos elementos lo que tienen que hacer, coordina que cada sustancia tome su posición y lleve a cabo su tarea para finalmente trasformarse en un sistema viviente con todas las funciones implicadas. De ser una bolita de unos milímetros de diámetro, logra unir una cantidad suficiente de materiales para amasar un árbol de muchos centímetros o metros y considerable peso, que además produce más unidades de información idénticas a la inicial.

Entonces, cuál es la diferencia entre la tierra, el agua y el calor del sol que se unen, cuando la semilla los conjuga e instruye, con el árbol en sí ¿En qué momento los elementos inertes se vuelven vivos? En lo personal empieza a ser difuso el límite y la distinción entre los elementos antes y después de formar parte del árbol. El hidrógeno sigue siendo hidrógeno, el carbono sigue siendo carbono y así los demás elementos, no digamos ya las partículas subatómicas. Pero cuando están dispersos y no han recibido las instrucciones de la semilla los llamamos inertes, sólo después de que empiezan a interactuar, comunicarse y danzar entre sí les otorgamos la categoría de ser vivo.

Todo esto me resulta demasiado sugerente para pensar que lo vivo y lo no vivo en realidad son parte del mismo contínuo. Que en cierto momento los elementos se aburren de no hacer nada y deciden ponerse a trabajar, a moverse como la semilla les diga, o a formar parte de un juego que debe resultarles muy divertido. Subir, bajar, viajar unirse con otros, separarse. Con el único y genuino propósito de calmar el ocio.

También estos mismos elementos pueden cambiar de juego, salir del árbol y obedecer a otra semilla o participar de un juego distinto, como cuando son comidos por algún otro ser vivo y entonces pasan de ser parte del árbol de limones al cuerpo de un gusano, por ejemplo. Seguramente muchos de estos elementos no saben dónde terminarán y eso debe ser lo más divertido de seguir las instrucciones de las semillas.