viernes, 8 de marzo de 2013

Estamos a mano, o te salgo debiendo.




Robo tiempo en un trabajo para hacer cosas de otro trabajo, he sobregirado tarjetas y las he dejado sin pagar hasta que la deuda expira. Siempre devuelvo las billeteras que encuentro pero es más por desinterés que porque realmente sea una muy buena persona. Pido prestado a mis amigos y no les pago intereses. Hay tantas cosas que me dan envidia de los demás que me da flojera hacer una lista. Le digo mentiras a mi loquera todo el tiempo. Le he puesto el cuerno a todos los novios que he tenido. A veces me dan ganas de que algunas personas sufran mucho. Subestimo el intelecto de mis alumnos y no creo en ellos, pienso que tienen criterio de mosquito y que no importa lo que diga o haga eso no va a cambiar. Prefiero comprarme cosas que donar un peso al teletón. He atendido pacientes que me caen mal. Acepté ayuda de un asqueroso político relacionado con FHB para conservar un empleo. Cuando no me gusta un trabajo y no me importa que me despidan empiezo a llegar tarde y a no hacer nada. Una vez dije que era menor de edad para no pagar la entrada en un museo y me creyeron. Me gasto el dinero en vanalidades en lugar de mandarlo a quien lo necesita más. Prefiero tomar un taxi que el metro para ir a trabajar. He robado libros en ferias porque me parecen muy caros y también me he quedado con libros prestados de la biblioteca y de amigos, también un libro que encontré aunque sabía de quién era no lo devolví. Me quedé con la máquina de escribir de mi tía porque es igual a una que compró mi papá pero se perdió. No me gusta trabajar, limpiar, lavar la ropa, levantarme temprano ni saludar a mis compañeros de trabajo o de la escuela. En este momento estoy colgada de la red de algún vecino sin su permiso.

1 comentario:

  1. y estás y eres tal cual hoy, mañana, ¿quién sabe?
    Pero, ¿eso importa, es virtud, desfachatez, precariedad o justificación?
    Hoy lo digo, pasado este día, no sé...

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